Un juzgado de Madrid ha condenado a la Congregación Hermanas del Amor de Dios a pagar 40.000 euros a los padres de un ex alumno acosado por un grupo de compañeros de forma "continuada, colectiva y reiterada en el tiempo" cuando cursaba Primaria en uno de sus 23 colegios, el de Alcorcón.
Es la indemnización más cuantiosa por daños y perjuicios impuesta a un centro escolar en España por bullying. La entidad religiosa ha sido condenada, como titular del centro concertado donde estudiaba el alumno, por pasividad ante la denuncia de los padres y por no haber tomado medidas para proteger al menor y deberá abonar los intereses desde que se presentó la demanda y las costas, aunque la sentencia no es firme.
El colegio ha presentado ya recurso porque considera que no ha habido inacción por su parte, que no se detectó ningún acoso y que el fallo se basa en testimonios "no acordes con la realidad".
Víctima. Los hechos que la sentencia del Juzgado 44 de Primera Instancia considera probados, se produjeron durante tres años, del 2007 al 2010, en los que el niño sufrió bullying desde los ocho años por parte de cinco compañeros.
Sufría insultos —le llamaban maricón, hijo de puta, cabrón— amenazas —te vamos a matar, te vamos a dejar en coma, le decían—, vejaciones, agresiones físicas como pinchazos con lápices y robo sistemático de sus pertenencias.
Además, le aislaron, ya que el que se acercaba a la víctima sufría su mismo trato. Ante estos hechos, el centro hizo una "absoluta dejacion de funciones dejando indefenso al niño".
Iñaki Piñuel, el psicólogo especialista en violencia escolar que diagnosticó al niño, explica que sufría "estrés postraumático cronificado", un "daño psicológico extremo" que puede durar toda la vida. Lo interesante del caso, además de la cuantía de la indemnización, es que se han admitido como prueba las grabaciones de las reuniones que mantuvieron los padres con el centro.
Vía: La Razón
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