TRUCOS PARA ALIMENTAR LA PASIÓN MASCULINA

Lado FLa pasión es el motor de la vida, de las emociones y, sobre todo, del amor. Cuidar esa llama, mimarla, protegerla y convertirla en una hoguera es la fórmula infalible para que una relación no conozca la rutina. Todos los trucos son pocos para alcanzar tan preciado fin. He aquí unos cuantos para ir calentando motores.

Cambiar de lugar. La cama, sin lugar a dudas, es el lugar más cómodo. El coche, en la mayoría de ocasiones, es el más socorrido. Pero no es positivo que la pareja quede encerrada siempre en las mismas paredes. Otras opciones: arrumacos a la luz de las estrellas, besos en el campo y quizás algo más con la playa como testigo mudo.

Buscar nombres en clave

La complicidad es uno de los aliados más fieles de la pasión. Por eso, hay que inventar un lenguaje nuevo que sólo entiendan los dos miembros de la pareja.

Por ejemplo: ”te deseo” o “me gustaría hacer el amor contigo”, puede ser otra palabra o incluso un gesto que ambos puedan pronunciar o hacer delante de otros y que sólo los dos entiendan.

Original caricia

Todas las partes del cuerpo pueden servir para acariciar. Hasta las pestañas pueden disparar la pasión si se abren y cierran los ojos sobre ciertas partes de la anatomía. Se puede empezar haciéndolo en la cara, el cuello y luego... el único límite será la imaginación.

Sólo para sus ojos

A todos los chicos les encanta sentirse especiales, pensar que su pareja ha hecho algo exclusivamente para ellos. Un tatuaje de quita y pon en el trasero, o no llevar ropa interior una noche pueden ser auténticas bombas de relojería.

Recordar la jugada

La otra noche fue fantástico, genial, increíble. ¿Por qué no comentárselo a la pareja? Llamarle o dejarle un mensaje en el móvil diciendo lo bien que estuvo el encuentro siempre le parecerá halagador

Prolongar los preparativos

Hay que besar y mordisquear su oreja, pero cuando quiera ir más allá, tendrá que esperar. Al prolongar los preliminares aumentará su deseo y cuando llegue el momento, lo disfrutará aún más.

Hacerle padecer un poco

Cuando esté a punto de llegar al final, lo mejor es parar o cambiar de ritmo para que no acabe. Repetir la operación varias veces. Cuando llegue el momento, será mucho más intenso debido a la llama acumulada y le parecerá el más increíble que ha tenido en su vida.

Tú mandas, yo mando

De vez en cuando hay que organizar juegos en la cama. Por ejemplo, uno de los dos mandará aquel día y el otro tendrá que hacer todo aquello que se le diga. Ese juego de poderes puede resultar muy divertido entre las sábanas. Al día siguiente, a cambiar los roles.

Mirada de pasión

Normalmente, los ligues empiezan con la mirada. Pues bien, no hay que abandonar esta sana costumbre una vez que la presa esté en el bote. Mirarle con la intensidad del deseo en cualquier momento y situación harán que al otro miembro de la pareja le recorra un escalofrío y entre los dos se cree un vínculo apasionado.// Publiboda.com

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