Universitarios diseñan proyectos para frenar la mancha urbana

En la IX versión del Atelier Internacional de Arquitectura, que reunió a cuatro universidades de Bolivia, Perú y Francia, los participantes propusieron proyectos para frenar la mancha urbana, crear “ecobarrios”, mejorar las áreas verdes y crear conexiones con el transporte masivo en El Alto.

En el evento participaron la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de París-Villette de Francia, la Universidad Andina Néstor Cáceres de Juliaca de Perú y la Universidad Pública de El Alto (UPEA).

El decano de la Facultad de Arquitectura de la UMSA, Gastón Gallardo, explicó que se decidió un enfoque sobre El Alto por las características de crecimiento urbano que tiene esta ciudad y destacó el trabajo de la arquitecta Varinia Taboada, principal impulsora de esta iniciativa internacional.

Crecimiento. “Los últimos 40 años, de ser una ciudad de no tener mucho pasó a ser la segunda con más población e importancia del país. Varinia toma ese interés y anualmente se conjuncionan los proyectos de los estudiantes”, aseguró Gallardo.

Arquitectura en El AltoDenys Wibaux, embajador de Francia en Bolivia, quien fue uno de los jurados, aseguró que el Atelier es una idea que debería ser replicada por muchas otras facultades. “Es única y maravillosa, porque se concentran conocimientos de cuatro universidades”.

El objetivo en esta versión fue frenar la mancha urbana, los proyectos tienen en común recuperar espacios no utilizados para crear áreas verdes, viviendas con características ecológicas, forestar con árboles de diferentes especies y hacer cinturones alrededor de ciertas áreas de la urbe.

Uno de los proyectos denominado Diálogo de Cuatro Barrios recupera las áreas de equipamiento de cuatro zonas, que están unidas por dos vías, la avenida Periférica y la carretera desde El Alto hacia Copacabana. En cada barrio, confluyen las áreas verdes que se comunican por medio de vías. Las áreas de esparcimiento se unen a un macro espacio que se ubica en la intersección de las principales avenidas de los cuatro barrios.

En este proyecto se propone que la actual carretera hacia Copacabana tenga un paso a desnivel para ganar un espacio verde y que la avenida Periférica, que rodea la zona, sea una especie de distribuidor vial. Otra iniciativa denominada Conexión Urbana de Norte a Sur propone tomar el área del aeropuerto, suponiendo un traslado, recuperar el agua del río Seco para riego de cultivos y para abastecer a viviendas ecológicas.

También existen propuestas para rodear de árboles el relleno sanitario o construir urbanizaciones a 500 metros de industrias como la planta engarrafadora de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Las ideas presentadas coinciden en la necesidad de conectar eficientemente a los barrios con las estaciones del teleférico mediantes vías.

Promoción de las ideas

La UMSA y la Escuela París-Villette fueron las instituciones precursoras en promover las propuestas arquitectónicas sobre la ciudad de El Alto.

La Alcaldía apoyará las propuestas

La Alcaldía de El Alto recibió las propuestas que realizaron los estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de París-Villette, la Universidad Andina Néstor Cáceres de Juliaca y la Universidad Pública de El Alto (UPEA). Las autoridades ediles garantizan que las tomarán en cuenta en futuros planes.

Para el director municipal de Ordenamiento Territorial y Planificación Estratégica de El Alto, David Minaya, son ideas interesantes y aseguró que trabajarán de manera conjunta con los estudiantes de la UMSA y la UPEA. “Consideró que la mayor tarea es coadyuvar a la juventud, más aún si tienen propuestas de desarrollo para esta urbe”, dijo.

En sus propuestas, los estudiantes mostraron el tipo de ciudad que quieren para el futuro. El taller dispuso que los proyectos se unan entre sí y conformen un macroproyecto, que se lo presentó a los técnicos y funcionarios de la Alcaldía alteña en el Centro de Convenciones.

Estudiantes franceses definen el área

El estudio de análisis de la ciudad y la selección del lugar de intervención es definido por los estudiantes franceses, tres meses antes del Atelier. Posteriormente, los universitarios galos llegan a El Alto y se conforman equipos con los alumnos bolivianos y peruanos para formalizar las propuestas que serán presentadas en el evento.

Son ocho universitarios de Francia que se unen a ocho representantes por universidad, conformando la misma cantidad de grupos y luego hacen un trabajo de campo. Tienen dos semanas para elaborar las propuestas, tras una visita que deben hacer al área seleccionada en la ciudad. Los proyectos son presentados en un evento preliminar al Atelier.

El decano de la Facultad de Arquitectura de la UMSA, Gastón Gallardo, explicó que se desarrollan con criterios técnicos, pero su posterior aplicación requerirá la supervisión de profesionales.  “Pero pueden ser tomados en cuenta como base, porque además tienen esa virtud, que lo hicieron los estudiantes basados en problemas reales”, acotó.// La Razón

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Tres propuestas de ocho fueron galardonadas

Tres proyectos, de los ocho presentados en la IX versión del Atelier Internacional de El Alto, fueron premiados. En el evento participaron ocho equipos conformados por estudiantes de cuatro universidades.

Un comité evaluador, conformado por autoridades, invitados y docentes universitarios, calificó el despliegue que tuvo cada grupo en su trabajo en campo y en diseño. El primer lugar lo obtuvo el proyecto denominado Ecocentros, una tipología que hace referencia a barrios ecológicos. Propone la construcción de viviendas inspiradas en forma de cruz andina.

“Llegamos a una vivienda ecológica, que va a ser construida con material especial que de acuerdo al clima ayude a mantener calor en el interior”, señala la reseña del proyecto.

Agrega que los Ecocentros tienen conexiones con las estaciones de teleférico y pretende crear áreas verdes en espacios no aprovechados.  El segundo lugar lo consiguió el proyecto Cosmo-Convivencia Urbana, que fue planificado en el sector de Senkata del Distrito 8.

Sergio Escobar, estudiante de la Universidad Pública de El Alto, detalló que se propuso crear una convivencia entre lo urbano, lo tradicional y la naturaleza. “Lo que queremos hacer es reorganizar la industria petrolera. En El Alto la gran deuda pendiente, desde hace años, es la dotación de espacios verdes”, complementó.

El trabajo pretende crear un polo de desarrollo, con la creación de espacios verdes para que la familia vaya a divertirse. Estaría a 500 metros de la planta engarrafadora de Senkata, en un área que ya no sería utilizada. Se propone recuperar la vía férrea para el funcionamiento un tranvía que una al teleférico con el área.

El tercer grupo ganador, Núcleo Verde, plantea un nuevo centro urbano con la reorganización de comerciantes. Busca apropiarse de los espacios de áreas verdes y crear plazoletas y viviendas ecológicas. Se conecta con el teleférico a través de la avenida Panorámica que en su recorrido tendrá árboles.

El Taypi Uta de 2015

En la octava versión del Atelier, el año pasado el proyecto ganador Taypi Uta propuso recuperar los espacios para descentralizar la Ceja y generar otros adecuados para el comercio y la circulación vehicular y replicarlos en otras zonas y sectores.

Taborga, impulsora del Atelier

La arquitecta Varinia Taboada es la principal impulsora del evento que estudia a El Alto con la visión de otros países. La profesional explica que su motivación surge por el crecimiento y características singulares de la urbe que la convierten en un caso de estudio.

Taborga nació en La Paz en 1962, creció en Cochabamba y se fue a Argentina, donde logró obtener su título como arquitecta. Volvió a Bolivia y asegura que “redescubrió” a El Alto como un potencial campo de estudio.

“A nadie le interesaba, ¿por qué?, si era una ciudad interesante desde cualquier punto de vista, y ahora mismo debería ser vista así por propios y extraños”. Realizó un posgrado de urbanismo y programación institucional en Francia. Admite que el trabajo de los últimos años fortaleció su relación profesional y sentimental con la ciudad.

“Siempre tuve una idea, un pensamiento que hasta la fecha no se borra, hacer proyectos de urbanismo para gente con escasos recursos, porque los que no tienen muchas posibilidades deben tener acceso a muchas formas de vida a lo que ahora llaman vivir bien”, dijo. Acotó que con la propuesta del Atelier está vigente su sueño, porque nacen ideas y se pueden rescatar con más profundidad y profesionalismo.// La Razón

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