Propaganda y la psicología de las masas

El estudio científico sobre el comportamiento y psicología de la muchedumbre o masas se inició en el siglo XIX; de los investigadores más acuciosos y destacados de esa época, sobresale el francés Gustave Le Bon (1841-1931), quien teorizó sus pensamientos y experiencias sobre la conducta humana.

APORTACIONES QUE AMPLIARON EL CAMPO DE TRABAJO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL
Lamentablemente sus ideas fueron la plataforma de lanzamiento, o cuerpo doctrinario que sustentó premisas y argumentos de superioridad de las razas, materializados cruentamente desde el poder político por dictadores europeos que surgieron después de la Primera Guerra Mundial (1914-18), incapaces de crear doctrinas o ideologías propias.

Pero fuera de los mitos y fantasías que arrobaron a la colectividad amorfa, sedienta de colocarse en la cúspide de la civilización, que creyó y siguió a aquellos lunáticos líderes de la conducción y seducción.
Disciplinas psicológicasUno de los instrumentos favoritos que siempre ha acompañado, a través de los tiempos, en diferentes manifestaciones y presentaciones a los políticos y gobernantes de todo el mundo ha sido la propaganda.

MENSAJES CORTOS QUE IMPRESIONAN Y SEDUCEN
La orientación de la geometría política no ha sido de ninguna manera impedimento para utilizar la propaganda, que impresiona y seduce; la derecha como la izquierda, y también el centro social-demócrata, han sucumbido ante sus bondades, tratado de maximizar su penetración efectiva en las masas para lograr el fin último, alcanzar el poder político.

En la familia de las frases propagandísticas, célebres o al menos repetitivas hasta el cansancio de los políticos mexicanos, llama la atención una de ellas, por su capacidad de síntesis al resumir en seis palabras la idiosincrasia del pueblo. Bien pensada y de fácil acceso a las masas: MORENA es la esperanza de México. Frase que emerge con gran acierto, de la desarticulada y lastimada sociedad mexicana, pues aglutina y apela a los sentimientos más recónditos del pueblo, en las áreas intangibles y religiosas del alma del mexicano "común y corriente".

Desde mi particular punto de vista, el acrónimo MORENA tiene una doble función; no es solamente usado para señalar las primeras iniciales del grupo o instituto político, que enarbola el Movimiento de Regeneración Nacional, sino que astutamente, se asocia con un tradicional símbolo religioso de México, lo que quizá inconscientemente penetre en la memoria del colectivo nacional, como un valor adicional a los objetivos meramente materiales de mejorar la calidad de vida, que es parte indiscutible del proselitismo de cualquier partido político.

Ese "plus" religioso complementa la parte final de esa frase: es la esperanza de México, que representa el paternalismo a rajatabla, que se reproduce y refuerza, a través de la formación formal o informal, que han recibido los mexicanos nacidos antes de 1980, sobre el rol que debe jugar el gobierno o Estado en el desarrollo de las vidas de las familias.

Se nos enseñó a pensar que un estado paternalista y benévolo, a cambio de cederle la libertad y el control político, es el responsable directo de mejorar las condiciones económicas del país.

Siguiendo con la lógica de la frase de MORENA, no es el trabajo productivo, la organización de la sociedad civil, la educación, la competencia, los mercados, y mucho menos el esfuerzo individual, los elementos dinamizadores, para el impulsar el crecimiento de la nación, sino la esperanza viene y está en un instituto político. Se retoma la vieja premisa de los regímenes del pasado: a otros les corresponde el decidir por nosotros.

LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL PRÓXIMO AÑO (2016) EN LOS ESTADOS UNIDOS
En un contexto socioeconómico muy diferente al nacional, y dada la conclusión del segundo período presidencial de Barack Obama (2012-2016) al frente de la administración del gobierno de Estados Unidos, comienzan a surgir frases de los aspirantes a ocupar el cargo que deja el primer presidente afroamericano de ese país.

Algunas de ellas se han convertido en populares entre la población estadounidense, sobre todo en aquella clase de nivel socioeconómico elevado, que ha perdido capacidad de consumo, y participación política en las decisiones del rumbo de la política económica del país durante las últimas décadas. Para muestra una de ellas… "Tristemente, el sueño americano está muerto. Pero si fuera elegido presidente, lo traería de regreso más grande, mejor y más fuerte que nunca y haríamos a Estados Unidos grandioso de nuevo". Esa frase nostálgica sin duda representa y pone de manifiesto el sentimiento de la sociedad americana por el anhelado regreso de la hegemonía mundial de los Estados Unidos; hace alusión a lo que fueron en el período de la posguerra, cuando más de una cuarta parte del PIB mundial lo aportaba la economía estadounidense.

Propaganda que implícitamente afirma que el pasado fue mejor, que el presente. La ignorancia de ese político, al que se le atribuye esa frase, es supina, al creer que con sólo voluntad política se desplazará a los nuevos jugadores en el mercado del siglo XXI, que han superado a los estándares de productividad de los americanos. Pero eso al electorado medio americano poco le importa, la intención del mensaje es ofrecerle una promesa atractiva para conseguir su voto.

Con ello, se cumple, una de las premisas de Gustave Le Bon, sólo, "obteniendo alguna clase de percepción de la psicología de las masas, se puede comprender cuán superficial es sobre ellas la acción de leyes e instituciones, cuán impotentes son para sostener cualquier opinión diferente de aquellas que les son impuestas, y que no es posible dirigirlas mediante reglas basadas en teorías de equidad pura sino buscando lo que las impresiona y lo que las seduce".// El Diario de Coahuila.com.mx
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