Clásicos de Arquitectura: Centro Cultural Tijuana / Pedro Ramírez Vázquez + Manuel Rosen Morrison
Diseñados por el arquitecto Pedro Ramírez
Vázquez y Manuel Rosen Morrison, los edificios que hoy
conforman el conjunto del Centro Cultural Tijuana edificado a
finales del siglo XX, son hoy un hito urbano con una singularidad tan evidente
que solo podría comprenderse en una ciudad tan peculiar como la que lo alberga.
Les presentamos en esta ocasión un acercamiento a la arquitectura con tintes
modernos, nacionalistas e icónicos que en algún momento hicieron parte de
emblema nacional dentro de los horizontes de un México como el de 1982.
En octubre de 1982 en la ciudad de Tijuana, Baja California, se
inauguraron las instalaciones de lo que hoy conocemos como el Centro
Cultural Tijuana (Cecut). Aquel momento pudo probablemente evocar
escenas inspiradas en películas como 'El vientre de un arquitecto', donde
ejemplos de la arquitectura parisina del siglo XVIII de Étienne-Louis
Boullée son retomados en épocas modernas. Las formas, escala y
disposición de los volúmenes del conjunto recuerdan en la construcción del
Cecut, como el antihistoricismo moderno abrió la posibilidad a
una construcción como está casi llegando al Siglo XXI.
Ordenada e inaugurada por el presidente de la república
mexicana de aquel entonces, José López Portillo, el diseño de
este sitio fue puesto en manos del arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez,
quien convenientemente había estado involucrado en el Programa Nacional
Fronterizo que incluía la resignificación de la identidad mexicana en ciudades
donde algunas otras fuerzas culturales hubiesen debilitado lo que en aquel
entonces se consideraba como tal. Como parte de este programa, el arquitecto
había tenido la posibilidad de proyectar algunos museos en ciudades fronterizas
anteriormente, de los cuales el Museo de Artes de Ciudad
Juárez llego a construirse en 1964.
Inicialmente, la enmienda para Ramírez Vázquez era diseñar un
espacio esférico que funcionara como espacio de proyección Ominimax[1], y
acondicionado para albergar presentaciones temporales y variadas, misión no solo
otorgada en esta ocasión por el presidente en curso, sino por su esposa,
Carmen Romano de López Portillo.

Por el impacto social que se esperaba de este centro cultural,
se seleccionó como predio un terreno propiedad del Gobierno Federal, en una de
las calles más importantes de la ciudad. La construcción comenzó en 1980 en la
intersección entre el Blvd. Independencia y la Av. Paseo de los Héroes.
‘El museo del CECUT incluye múltiples área de exhibición y además de una gran superficie plana a nivel de acceso, cuenta con dos rampas helicoidales ligadas por un área plana. Estas serán complementadas por una gran escalinata cuya función es poder interrumpir la visita a la mitad del camino. Las rampas, además de permitir una visión a ojo de pájaro de las áreas de exhibición inferiores, permiten gozar de la estructura espacial con la que fue resuelta la techumbre hecha de acero y sin ninguna columna intermedia.’Manuel Rosen Morrison, 1982
Aunque el conjunto incluye varios edificios, sin duda es el
Domo Imax, popularmente conocido como ‘La Bola’, la referencia
de los visitantes para identificar el Cecut. Para su
construcción, tratando de rescatar las cualidades de las salas esféricas para
proyecciones utilizadas en países como Canadá y Estados Unidos,Rosen
Morrison propone no solo implementar la tecnología en proyecciones,
sino hacer evidente esta práctica en la materialidad del edificio.
El color del material se une a la particularidad formal del
edificio. Esta característica nace a partir de la experimentación en la
construcción de la embajada de Japón en México por Rosen
Morrison, donde el arquitecto utilizó un aditivo de color en el
concreto llamado warm tone, muy parecido al que exhibe el
Cecuten el Domo en contraste con el gris del concreto que
presentan los edificios de este tipo. Este método reduce los costos y trabajo de
mantenimiento al no tener que preocuparse por recubrimientos ni deterioros,
aprovechando la pátina natural del concreto con aditivos.

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Sala de Espectáculos
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Domo IMAX
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El Museo de las Californias
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Salas de exposición de la galería El Cubo[2]
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Explanada y sus fuentes
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Cafetería
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Área de Nutrición Infantil
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Sala de cine, Carlos Monsivais
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Jardín Botánico
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Acuario
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Centro de Documentación de las Artes y Mediateca
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Tienda del Museo
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Foro Luna
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Escenario Móvil
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Seis aulas de ensayo
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Estacionamiento subterraneo
A más de 30 años de su edificación, el Centro Cultural
Tijuana es uno de los lugares más presentes en la ciudad de Tijuana.
Quizá el plan de reivindicación nacional del siglo XX no siga tan latente como
en aquel entonces, pero sin duda el peso e influencia del sitio ofrecen a
Tijuana una identidad igual de fuerte y viva que sigue renovándose con el paso
de los años sobre los edificios. Ya sea como parte de un plan escolar, o dentro
de las ofertas de actividades culturales que ofrece el centro, el
Cecut y sus eventos son pieza clave en la formación de los
habitantes de la ciudad de Tijuana, México.// Plataforma Arquitectura
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