Comenzó un nuevo año escolar y los niños vuelven a levantarse
temprano para ir al colegio y adquirir conocimientos. Por lo
mismo, necesitan de una buena nutrición para garantizar la aprehensión
de nuevos saberes con las capacidades cognitivas al cien por ciento.
“La alimentación en la infancia es determinante para
asegurar un adecuado crecimiento y desarrollo, tanto en las
características físicas como en aspectos menos evidentes, como la maduración del
sistema nervioso central. La alimentación en los niños tiene importantes
repercusiones en la salud y en las capacidades físicas y cognitivas a largo
plazo”, asevera Stefanie Chalmers, docente de la carrera de
Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
Por ello, para que los pequeños tengan un buen desempeño
escolar y estén con todas las energías para comenzar el año académico,
es necesario que se alimente bien, incorporando a su organismo
nutrientes que los ayuden en su camino.“Existen nutrientes esenciales
que influyen de forma importante en las capacidades intelectuales, como es el
caso de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales”, explica la
nutricionista.
La especialista asegura que es importante que el joven
estudiante ingiera alimentos ricos en proteínas (como leche y
huevo), ricos en ácidos grasos esenciales
(como pescado, palta, etc.), vitaminas, minerales y
fibra (presentes en frutas y verduras) y que tenga una correcta
hidratación.

Stefanie Chalmers recalca que es necesario que todos los
nutrientes sean incorporados a la dieta del niño en edad escolar, pero destaca
algunos que permiten potenciar aspectos críticos en esa etapa:
-Zinc: Es de gran importancia en el
crecimiento y realiza una relevante función en el sistema inmune. Ayuda a
conseguir el máximo potencial de crecimiento (estatura) y evita infecciones.
-Hierro: Es requerido para la formación de los
glóbulos rojos, encargados de llevar oxígeno a los tejidos. Es necesario para
realizar actividades físicas y favorece las habilidades intelectuales.
-Vitamina C: Es importante para la
cicatrización, para la inmunidad y para mejorar la absorción del hierro.
-Ácidos grasos de tipo omega-3: Tienen un rol
clave para el desarrollo y la salud del sistema nervioso central, por lo que son
necesarios para el desarrollo y mantención de las habilidades cognitivas a corto
y largo plazo.
Finalmente, entre los que deben evitarse en la
alimentación infantil están los azúcares (alimentos dulces) y
las grasas de origen animal o trans (como por ejemplo la mantequilla y
la crema espesa).// 24 horas
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