Tendencias en arquitectura y diseño interior para 2017

El mejor edificio 2016 recayó en la extraordinaria Torre de Shanghai de Gensler, un rascacielos aún en construcción que según el proyecto original alcanzará los 632 metros. El edificio Treurenber de Bruselas se alzó con el premio al mejor edificio sostenible gracias a su sistema de construcción basado en el principio de energía cero; las formas fluidas del complejo Katscha en Suecia obtuvo el reconocimiento al mejor proyecto residencial; Paradis Express, sugerente nombre para un proyecto de corte futurista con un ojo permanente en las corrientes ecológicas que inundan ya el universo de la creación de espacios que es la arquitectura, es el premio al mejor proyecto futuro.

¿Qué tienen en común todos ellos? Una apuesta decidida por romper con las formas establecidas; materiales de apariencia livianos pero resistentes en su destino; la búsqueda de alturas cada vez más imposibles en cohabitación con líneas horizontales donde prima el menos es más y la acción diáfana. Y todo ello sin renunciar a una arquitectura sostenible, en materiales y espacios.

Los jardines -Foster nos los deja entrever en su proyecto Crossrail en Londres, también premiado- son elementos que ganan espacio en la arquitectura contemporánea. Esta corriente que se asienta sobre la base de la teoría del Urbanismo Salvaje, nos ha otorgado otros proyectos como el Parque Zaryadye en Moscú, toda una oda a la hibridación natural- acción humana que se asientan para cohabitar en un nuevo espacio público.

Arquitectura en la UPEAAsí pues, ¿qué nos espera en 2017 arquitectónicamente reflexionando? La idea global, despojada de sus matices, se encierra en dos grandes titulares: la búsqueda de una arquitectura aún más sostenible y la prevalencia de lo moderno en los espacios interiores.

Una arquitectura más sostenible

La sostenibilidad ha dejado de ser una moda y se ha convertido en una realidad que cada día preocupa a más ciudadanos. Las noticias de construcción sostenible y arquitectura ecológica se hacen un hueco en las primeras planas de los medios. Y lo hacen con proyectos que vienen a incidir en lo más hondo de la filosofía eco que invade las sociedades postmodernas. A saber:

Ir más allá de las acciones tradicionales -colocar colectores de energía solar, instalar sistemas aislantes adecuados, entre un largo etcétera-, utilizando lo multidisciplinar, casi lo holístico, para dominar todos los aspectos que influyen en cuán sostenible es el proyecto. Por ejemplo, saber cuál es la energía a invertir para la construcción de cada uno de los detalles del proyecto, por más nimio que pueda parecer a simple vista.

También es apostar por materias primas renovables, como las maderas. La torre de madera más alta ya está en proyección y en los próximos años no es descartable que la veamos hecha realidad. Porque sostenibilidad se compone de una parte de renovación y aprovechamiento natural que los arquitectos y diseñadores van incluyendo en los proyectos del futuro.

Arquitectura en la UPEAUna mezcla interesante de ambos estadios en desarrollo y afianzamiento en el universo arquitectónico son las passive house o casas modulares prefabricas en materiales nobles como las maderas. Se prevé que en 2017 este tipo de proyectos se tornen en habituales en nuestros entornos más próximos; como por ejemplo y añadido, las casas prefabricadas de hormigon.

Un diseño interior más moderno, y también sostenible

Los exteriores influyen en los interiores; y en consecuencia, el diseño de interiores se empapa de esta ola de sostenibilidad para conjugarla con sus propias tendencias. Y lo hace de una forma magistral.

Entre las corrientes y tendencia del diseño interior que más veremos en 2017, se afianzan claramente los interiores modernos, donde el espacio cobra aún mayor protagonismo, si bien lo comparte con materiales que sin renunciar al diseño, muestran conciencia eco.

Simplicidad y funcionalidad serán los grandes baluartes del interiorismo y la decoración en el año que llega. Las líneas limpias y las formas geométricas trabajan con colores neutros para romper el mantra de lo uniforme  como aburrido.

Estas espléndidas combinaciones de modernismo en las líneas, confort del ambiente y conciencia del entorno recrean hogares modernos y cómodos.  Se instaura, pues, el reinado de la funcionalidad. Un caso extraordinario lo vivimos en las cocinas: los modelos de cocinas modernas no renuncian a ningún elemento si todos son necesarios pero sí se reorganiza un diseño práctico para facilitar el uso del mobiliario. Estos modelos de cocina se trasladan al resto de dependencias del hogar, tanto interiores como exteriores, creando conjuntos armónicos, donde el espacio y cómo lo viven sus habitantes, tienen más peso que el diseño en sí mismo.

En definitiva, si en 2015 vivimos el año de la Sostenibilidad, en 2017 asistiremos a la realización de ese sueño con tintes modernos y una mayor conciencia eco del impacto de nuestras vidas en el entorno.

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