Nuestros antepasados pudieron domesticar a los perros al darles las sobras de carne

 Una investigación llevada a cabo en Helsinki sugiere que nuestros antepasados ​​cazadores-recolectores tenían más carne de la que podían comer. Al darles las sobras a los perros, los habrían domesticado.

Una posibilidad sugiere que el ser humano habría domesticado a los perros se hayan domesticado porque durante la edad de hielo, los cazadores-recolectores habrían compartido los excedentes de carne con los lobos, que se convirtieron en sus mascotas. Lo de convertirse en los mejores amigos del hombre dataría de esa época remota de alianza.



El momento y las causas de la domesticación de los perros son inciertos. La evidencia genética sugiere que los perros se separaron de sus antepasados ​​lobos hace entre 27.000 y 40.000 años. El entierro de perros más antiguo conocido es de hace 14.200 años, lo que sugiere que los perros estaban firmemente instalados como mascotas en aquel momento histórico.

En cuanto a la domesticación,todavía no se sabe si sucedió en paralelo en varios lugares o aconteció primero en Europa o Asia. De hecho,ños perros son los únicos animales domesticados por cazadores-recolectores: los demás lo hicieron después de la generalización de la agricultura. Otros estudios apuntan a que los perros habrían sido domesticados para ayudar a cazar, o que rebuscaron entre los excedentes alimenticios y se acostumbraron a las personas.

Maria Lahtinen de la Autoridad Alimentaria de Finlandia en Helsinki y su equipo han sugerido en un reciente estudio publicado en la revista Nature que la llave podría residir en el exceso de carne. Según ellos, cuando las capas de hielo cubrían gran parte del norte de Eurasia y el clima era mucho más frío que hoy, humanos y los lobos habrían competido por la comida.

El equipo de Lahtinen hizo cálcuos de cuánta comida había disponible durante los inviernos árticos, basándose en las especies de presas que vivían allí. Descubrieron que había un exceso de carne magra, lo que sugiere que los cazadores humanos habrían depredado más cantidad de la que podían consumir. Los lobos podrían haberse comido este excedente de proteína animal, lo que implica que las dos especies no competían durante los duros inviernos y se hicieron “amigas” en este período.

Lahtinen sugiere que los cazadores-recolectores pueden haber acogido cachorros de lobo huérfanos, tal vez viéndolos un poco como mascotas, y alimentarlos con la carne magra sobrante. Aunque probablemente no tenían ningún objetivo a largo plazo en mente, los lobos domesticados habrían demostrado más tarde ser compañeros de caza útiles, reforzando la domesticación. “Deben haber sido muy atractivos para los cazadores-recolectores”, dice Lahtinen.// TICbeat

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