Los celos excesivos en la tercera edad son una alerta de Alzheimer

psiLos celos repentinos y  excesivos en la tercera edad son una señal  de  alerta para identificar el   Alzheimer, informaron especialistas en neurología. En La Paz, ese mal registró un incremento  del 40% en la última década. Mañana se conmemora   el Día mundial de lucha contra el   Alzheimer.  

"Muchas veces la enfermedad comienza con una celotipia (celos obsesivos). Algunos adultos mayores se quejan porque su esposo o esposa   los  celan, pero esos celos son  parte del   Alzheimer”, afirmó la neuróloga  del Hospital de Clínicas, María Cusicanqui.

Otro de los mayores signos de alerta de esta patología es que quienes la padecen sufren, en su primera etapa, constantes olvidos  "pero no los reconocen”. Se suma la desorientación creciente.  

Salud en la tercera edadEl Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa  progresiva que se constituye en la causa más común de demencia en las personas de la tercera edad. En general, la afección se presenta a partir de los 65 años en varones y mujeres, aunque  de forma más frecuente en las damas.

   Según Cusicanqui, en la última década la enfermedad se volvió  más visible y más común en La Paz. "Hace 10 años teníamos un paciente por semana que presentaba esta patología y ahora son cinco”. Ello significa un incremento del  40%.

La neuróloga afirmó que el incremento de casos se debe a que  la enfermedad es más conocida y a que los adultos mayores  ahora son atendidos por el Seguro Integral de Salud (SIS) de forma gratuita. La tercera causa es que el mal se asocia a  factores de riesgo -como el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión y la diabetes- que van en aumento.

La especialista explicó que es necesario también considerar  que los factores psicosociales,  como el sedentarismo -el aislamiento social y la alimentación disfuncional-   influyen.  Aseguró que también hay un componente hereditario en la patología; en esos casos puede presentarse antes  de los 60 años. 

"En mi familia nos dimos cuenta  muy tarde   que mi abuela tenía Alzheimer”, cuenta Jesús. Añade que desde hace un par de años  su abuela comenzó a tener un carácter agresivo. 

"Creíamos que estaba chocheando, pero jamás pensamos en una enfermedad de esta naturaleza. Ahora está con tratamiento y aunque sabemos que esta patología no tiene cura, queremos que ella tenga una vida llevadera”, afirmó.

Para la psicóloga Darina  Muñoz, del departamento de Neuropsicología  Mente Activa, es importante que se detecte el mal en sus inicios para lograr con estimulación que su avance sea lento. "Se trabaja con sesiones grupales o individuales, dependiendo de cada caso. Se ejercita  la memoria, la atención y las actividades diarias”, explicó.

Con miras a su prevención,  mañana y pasado mañana se dictará un curso integral sobre el Alzheimer. Está dirigido a médicos, neurólogos, fisioterapeutas, psicólogos enfermeras y familiares. Es gratuito.

El taller será impartido por el reconocido neurólogo  Raúl Aizaga, que llega desde Argentina. "Él es experto en el tratamiento de demencias y forma parte de la Federación de Neurología”, destacó Cusicanqui.

Otro de los objetivos de las charlas   multidisciplinarias es  que los  familiares de personas con Alzheimer   tengan información  sobre la enfermedad y sepan  qué tipo de estimulación y cuidados deben dar al paciente.   

La enfermedad degenera la memoria en 10 años

La enfermedad de Alzheimer deteriora la memoria en un promedio de 10 años. Es una patología neurodegenerativa que no tiene cura, afirman expertos.

Según la neuróloga del Hospital de Clínicas, María Cusicanqui, la enfermedad se caracteriza por  trastornos en las funciones mentales superiores. Su proceso degenerativo va por etapas.

Primero -explicó la especialista- se produce un trastorno de la memoria. En esa etapa, la persona   comienza a tener olvidos patológicos como dónde puso algo  le cuesta hacer cálculos cada vez con más frecuencia.

Tras ese periodo, la enfermedad se  asocia con la alteración del reconocimiento, etapa que se   conoce como de Acnocia. Ahí la persona  confunde a los individuos y deja de reconocer a sus familiares, incluso a sus hijos.

Luego, se produce  Apraxia, que es una  alteración de los movimientos cotidianos aprendidos. Es decir,  en este periodo  el paciente ya no  se puede peinar, vestir o  servir una taza de café.

Después, se produce la alteración en el lenguaje, conocida como  Afasia. En esta fase el paciente puede reconocer un objeto pero   no recuerda como se llama. Finalmente, deja de comunicarse.

Cusicanqui afirmó que todo ese proceso   puede durar 10 años. Es preciso reconocer la presencia de Alzheimer cuanto antes para tratarlo.// Página Siete

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