El papel de la psicología en el alzhéimer

¿Qué es el alzhéimer? ¿Cuáles son sus síntomas más característicos?

El alzhéimer es una enfermedad. Afecta al cerebro, una de las demencias más comunes que causa problemas en la manera de comportarse, la forma de pensar, el carácter y sobre todo la memoria.

Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento. Cabe resaltar este punto, ya que en nuestra sociedad se la asocia a la edad avanzada y por tanto, hay un marcado miedo a padecer esta enfermedad, esto debido a la poca información que existe o la convivencia más frecuente con personas afectadas.Psicología en la UPEA

El diagnóstico debe realizarlo un especialista, ya que debido a las características de este grupo etario es normal que se presenten algunos de estos síntomas, como olvidos, cambio en el temperamento, en el cuidado personal y no necesariamente se trata de la enfermedad en sí, sino más bien, como resultado del deterioro físico por el que todos atravesamos a través del tiempo.

Desde su punto de vista, ¿qué papel juegan los profesionales de la psicología en la atención a pacientes con alzhéimer? ¿De qué manera puede contribuir esta profesión para paliar, en la medida de lo posible, las dificultades con las que se encuentran a diario?

Los profesionales psicólogos tienen un papel fundamental, ya que dadas las características clínico-evolutivas de la enfermedad (la misma que provoca un progresivo deterioro cognitivo del enfermo), la persona afectada necesitará estimulación, apoyo y seguimiento.

A la vez, la intensa carga física y emocional en el cuidador amerita un acompañamiento cercano de contención y apoyo, la familia debe estar informada y recibir guía para entender la situación y actuar de forma saludable y empática.

También el círculo social cercano al paciente se afecta, haciéndose necesario informar e intervenir en muchas ocasiones para evitar el alejamiento o el rechazo tanto al paciente como al cuidador y/o la familia.

La intervención psicológica aporta un importante valor con el enfermo, especialmente en el área cognitiva, donde se puede observar con mayor claridad su deterioro y sus disminuciones, siendo también el área en el que mayores resultados favorables tangibles se pueden obtener, estimulando y potenciándolas a través de diversas actividades. Las normas de cuidado y presentación personal, afectadas también en el transcurso de la enfermedad, deben ser vigiladas y constantemente recordadas.

El/la psicólogo/a tiene un impacto predominante en los centros e instituciones que atienden a pacientes con alzhéimer, ya que su intervención está dirigida a toda la comunidad que los rodea.

¿Cuáles son los problemas psicológicos más frecuentes de los familiares y pacientes con la enfermedad de alzhéimer?

Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-IV-TR 2000), para diagnosticar demencia tipo alzhéimer deben estar presentes los siguientes criterios:

LA PRESENCIA DE LOS MÚLTIPLES DÉFICIT COGNITIVOS

1. Deterioro de la memoria (deterioro de la capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida previamente.

2. Una (o más) de las siguientes alteraciones cognitivas:

a) Afasia (alteración del lenguaje).
b) Apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está intacta).
c) Agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos, a pesar de que la función sensorial está intacta).
d) Alteración de la ejecución (planificación, secuenciación y abstracción).

Los principales problemas psicológicos a los que se enfrentan los familiares con pacientes que tienen alzhéimer son la falta de comprensión de los síntomas y aceptación de la enfermedad. Resulta doloroso ver cómo una persona que en el pasado podía desenvolverse de manera independiente y eficiente, ha perdido varias de estas capacidades, necesitando cuidados constantes.

Los cuidadores, generalmente familiares cercanos, lamentablemente caen en la depresión, perdiendo sus círculos sociales y, en muchas ocasiones, sus fuentes laborales, debido al cuidado que necesita el ser querido afectado. Se ven sobrepasados por las necesidades que exige el paciente: físicas, emocionales y económicas, por lo que deben tener apoyo que les permita un acompañamiento saludable de la enfermedad.

En nuestro medio, contamos con pocos o casi ningún grupo de apoyo que ayude a contener y capacitar el cuidado de un paciente que sufre de alzhéimer. Es nuestro reto como sociedad crear espacios de información, apoyo, capacitación que permitan al paciente y familia contar con los recursos para afrontarla.

¿Cómo hay que tratar a las personas que padecen de alzhéimer?

Es necesario hacer un cambio global en los patrones de conductas hasta el momento utilizados en el ámbito familiar. Es importante prestar especial importancia a la manera de organizar las actividades de la vida diaria, ya que una característica de esta enfermedad es la falta de juicio, y es aquí, donde la prevención juega un papel fundamental.

Es importante tomar en cuenta situaciones que puedan poner en riesgo su seguridad: pueden salir del hogar sin saber a dónde se dirigen, o puede que olviden llegar a los lugares que les son familiares. Es necesario que los familiares adopten estrategias que ayuden a identificarlo por si alguna de estas situaciones llegara acontecer, tales como bordar en su vestimenta datos personales como el nombre, la dirección y algún teléfono de referencia, que el paciente porte una placa en la que sus datos estén especificados, ya sea en forma de brazalete o medalla, dejar en su billetera o cartera una pequeña esquela de identificación que incluya referencias de la persona a quién se pueden referir.

En el domicilio, se debe tener cuidado con el acceso y manipulación de hornillas, fuego, fósforos, gas, artefactos eléctricos y otros, así también con la manipulación de accesorios, respecto a sustancias químicas utilizadas para el aseo, ya que el paciente podría consumirlas o mal usarlas afectando su salud, por lo que es necesario que cuente con supervisión y ayuda al momento de intervenir o colaborar con los quehaceres domésticos.

La estimulación cognitiva es importante, por ejemplo, armar rompecabezas, pintar, dibujar, resolver crucigramas, sopas de letras, lectura y escritura, entre otras actividades. También es importante motivar la interacción social, promover su participación en actividades sociales como juegos de mesa y reuniones familiares y religiosas.

No se deben descuidar cuidados de higiene y realizar actividad física diaria. Si se ve necesario, brindar apoyo de fisioterapia.

En lo referido a la alimentación, se recomienda buscar apoyo de un profesional en el área de nutrición, que los asesore de manera correcta en los nutrientes adicionales que requiera.

A la hora de dormir, se presentan alteraciones en el sueño, por lo que es recomendable prevenir accidentes con medidas como una baranda para la cama y así evitar que el paciente se desplace de noche exponiéndose a fracturas y caídas.

¿Qué recomendaciones da para sí mismas a las personas cercanas, cuidadores o familiares que se relacionan con el paciente?

Recomendaría buscar ayuda. Esta enfermedad debe ser tratada multidisciplinariamente, confiar en los consejos y tratamientos médicos, mantenerse informados, prestar especial atención a los primeros síntomas y acudir a un profesional que la descarte o diagnostique.

Es importante el seguimiento que estos profesionales brindan al paciente y el acompañamiento en su evolución por las características propias que desarrolla la enfermedad en cada individuo. Si bien el alzhéimer es una enfermedad que no tiene cura, hay muchas terapias que coadyuvan a brindar al paciente y familia una mejor calidad de vida.

La familia tiene un rol importante, incluyendo al paciente, en las actividades familiares y sociales, debido a que el síntoma más importante de esta enfermedad es el deterioro de la memoria, dificultando el reconocimiento de familiares, amistades, personas cercanas, recuerdos y eventos importantes, generando en el paciente inseguridad y estados de angustia. En los pacientes que se retraen socialmente, el deterioro de la enfermedad es más marcado, aquí juegan un rol importante los centros de apoyo que brindan cuidado al adulto mayor estimulando y potenciando las capacidades que el paciente conserva, facilitando su integración al grupo social y familiar.  

No descuidar el propio cuidado “hay que darse permiso”, ejercitarse, estar activo, satisfacer las propias necesidades: estar lo más saludable posible y así poder brindar salud con calidad y calidez.// Los Tiempos

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Carrera de Psicología en la UPEA 

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