Para qué existen las muelas del juicio (Odontología)

Las muelas del juicio suponen tremendos horrores para quienes padecen de las patologías que pueden causar en su boca.

Desde dolores punzantes interminables hasta el propio coste económico que supone la intervención para extraerlas.

Es por ello que resulte común preguntarnos cual es la función de las muelas del juicio, para que existen, si solamente son una fuente de problemas.Odontología en la UPEA

Cometido de las muelas del juicio, un poco de historia

Las muelas del juicio son el molar más atrasado.

Lo normal es que las muelas del juicio aparezcan en edades comprendidas entre los 17 y 25 años de edad.

La mayoría de adultos posee cuatro muelas del juicio, pero es posible tener menos o incluso tener más, aunque este segundo caso suele ser poco habitual.

En dicha situación, se denominarían molares supernumerarios.

Principal problema que pueden provocar las muelas del juicio

El principal problema que pueden provocar las muelas del juicio no es el terrible dolor que nos pueden hacer padecer.

Sino perjudicar el correcto posicionamiento del resto de dientes de nuestra mandíbula, y que los desplacen o desvíen de alguna manera.

Si no hay espacio en tu boca para que las muelas del juicio puedan salir, estas causarán un daño al empujar los demás dientes. Requiriendo el uso de ortodoncia para sea posible de corregir.

Genética en la posibilidad de tener o no las muelas del juicio

Es curioso observar que la genética actúa de manera muy significativa en las posibilidades que tenemos de desarrollar las muelas del juicio.

Así por ejemplo en Tasmania es prácticamente imposible encontrar a alguien que las desarrolle, mientras que en México, cerca del 100% de la población las acaba padeciendo tarde o temprano.

Se cree que esta “mutación” tiene como origen el antiguo imperio Chino, y que su transmisión se realizó al resto del mundo en el periodo de Carlo Magno.

Para comprenderlo de un modo sencillo, podemos decir que las complicaciones derivadas de las mueles del juicio dependen de cuanto y en que dirección crezcan.

En caso de que crezcan en una dirección desviada, se crea un opérculo, que consiste en un trozo de carne que cubre la muela y que puede causarnos un terrible dolor.

Este bulto o puente de carne está constantemente bajo presión, porque choca con la parte superior de nuestra mandíbula ya que en teoría nuestro molar superior debería encontrarse con nuestro molar inferior, en lugar de una superficie blanda y bastante sensible como puede ser el opérculo.

El odontólogo estudiará la situación atendiendo a la profundidad de la desviación, de su dirección, del espacio disponible para el crecimiento del diente, la cantidad de diente que está cubierta por carne y el dolor que esto suponga al paciente.

Con ello será capaz de estimar posibilidades de complicaciones mayores y de infecciones de boca, para decidir si es recomendable aplicar una extracción de las mielas del juicio o no.

No obstante, la decisión final será siempre tomada por el paciente, una vez haya escuchado las recomendaciones oportunas que su profesional de confianza le haya comentado.

Las muelas del juicio son conocidas por este nombre debido a que su aparición es tardía

Aunque el nombre correcto es tercer molar, las muelas del juicio son conocidas por este nombre debido a que su aparición es tardía (mucho más que el resto de los dientes), y por eso se asocia con el “día del juicio”. Se piensa que el término probablemente provenga del latín densa sapientiae.

En ocasiones, cuando nos encontramos hasta un caso agravado.

El dolor que provocan las muelas del juicio puede extenderse también al oído, a la cabeza

El dolor que provocan las muelas del juicio puede extenderse también al oído, a la cabeza e incluso a los ojos, y resultar complicado de soportar.

Pese a que la intervención de extracción no supone dolor normalmente ya que se hace con anestesia local.

Y, el postoperatorio aunque dependiendo de la complexidad de la extracción, se da instrucciones y medicación para reducir la inflamación y evitar la infección.

El tercer molar retenido puede dar lugar a un fenómeno llamado quiste dentígero, que daña mucho nuestra mandíbula debilitando el hueso. Por suerte esto suele ocurrir en aproximadamente un 5% de los casos, por lo que no es una complicación habitual.

Dolor producido porque la muela “está empujando”

Normalmente el paciente que acude por dolor en la zona, describe la sensación como un dolor producido porque la muela “está empujando”.

En realidad esa sensación es falsa. Lo que realmente ocurre es que probablemente la zona se haya infectado levemente y se haya producido una inflamación.

Dicha inflamación en la zona hace que tengamos la sensación de que el molar está haciendo presión en dirección superior para “salir”, pero no es así.

En este caso debemos emplear un tratamiento de antibióticos adecuadamente definida, ya que el problema proviene de las bacterias que se hayan instalado en la zona.

Si padecemos de dolor causado por las muelas del juicio, no podemos permitir que el miedo al dentista o el temor al dolor que supone la extracción de las muelas nos frene a la clínica dental.

Aunque te moleste la encía alrededor de la muela semiincluida por la inflamación la debes seguir cepillando

En muchas ocasiones cuando comenzamos a notar molestias en la parte trasera de nuestra dentadura y sospechamos que se trata de las muelas del juicio.

Evitamos cepillarnos la zona, pensando que así retrasaremos el problema pero en realidad el efecto es justo el contrario.

Si notamos dolor, o sangrado por la inflamación debemos cepillarnos con mayor suavidad de la normal, pero nuca dejar de hacerlo.

La inflamación es porque los restos de comida se están acumulando en esa zona, y si no los removemos lo que pasará es que el problema se agravará aun más.

Un enjuague con clorhexidina también nos ayudará a reducir las bacterias en la zona.

A pesar de que realicemos este proceso para higienizar la zona, debes acudir a tu dentista para realizar el tratamiento más adecuado para tu caso en particular.

El mito de que la función de las muelas del juicio no existe

A estas alturas es posible que pensemos que el mito es cierto, la función de las muelas del juicio no existe y estas sólo nos traen cosas malas y no tienen ninguna función práctica buena.

Es innegable que los inconvenientes son mayores a los beneficios, pero a todo se le puede buscar el lado positivo.

Los terceros molares pueden resultarnos muy útiles si salen correctamente y desempeñan un papel en tu oclusión.

Pero si no tienen espacio para salir o están mal posicionado, lo mejor es hacer su extracción.

Cuando sufras de dolor de muelas del juicio, recuerda debes acudir a tu dentista lo antes posible.

En Clínicas Propdental recomendamos que hagas revisiones periódicas en tu dentista para detectar posibles complicaciones que puedan originar las muelas del juicio.

El tratamiento preventivo es lo mejor ya que te evitará pasar por los problemas que pueden ocasionar si no tienen espacio para erupcionar en tu boca.// Propdental

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