La propiedad del actual hotel boutique Mitchelton tenía plantados estos viñedos del estado de Victoria (en la región de Goulburn Valley) desde 1969. Desde el año pasado, el ocio en torno al vino se orquesta desde el alojamiento, pero también desde el restaurante, donde los visitantes saborean platos creados por el chef ejecutivo Daniel Hawkins con productos frescos locales para acompañar los caldos elaborados en la hacienda.
Mitchelton abrió sus puertas para proporcionar una experiencia completa: un proyecto de tres mil metros cuadrados diseñado por el estudio Hecker Guthrie –en Melbourne– con 58 habitaciones y un spa sereno –con filosofía holística– que propone tratamientos dedicados al bienestar con plantas y hierbas.
El equipo de Hecker Guthrie se encargó de restaurar y dar una nueva vida a la propiedad en el marco de esta nueva etapa. Su objetivo consistió en preservar la conexión con la actividad vinícola pero también en reflejar la personalidad del dueño y en incorporar elementos contemporáneos. Los materiales naturales fueron introducidos de forma controlada, lo que contribuyó a reforzar la fusión entre lo antiguo y lo nuevo. La paleta general –con tonalidades color tierra– fue simplificada para unir todos los espacios interiores (restaurante, bodega, spa y hotel). El entorno natural fue una de las mayores fuentes de inspiración y los cuartos fueron concebidos como santuarios personales.
Algunos elementos esculturales crean sorpresas visuales y las piezas de mobiliario ayudan a generar una atmósfera acogedora y confortable. Creada por dos apasionados del arte aborigen australiano, Adam Knight y Gerry Ryan OAM, la Mitchelton Gallery of Aboriginal Art es un espacio inspirador tanto para la gente local como para los visitantes. Se exhiben obras representativas de 15 centros de arte y comunidades de Australia. Y es que, basado en el concepto de lujo inspirado en la tierra, el hotel Mitchelton es una joya alejada del bullicio de la vida urbana donde se aprecia la tranquilidad.// AD
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