Este es el tipo de jefe que deberías tener, o en el que deberías convertirte

  • Según un experto hay 7 tipos de jefes, y uno de los menos comunes destaca
  • El mejor tipo de jefe combina exigencias de responsabilidad con empatía
  • Los jefes más comunes son o demasiado exigentes, o demasiado optimistas

Algunos jefes son buenos. Otros solo lo parecen en un comienzo. El experto en cultura de trabajo y CEO de la agencia de empleo LaSalle Network, Tom Gimbel, asegura que la clase de líder que se tenga (o que se sea) puede influenciar notablemente el éxito profesional de sus empleados, o de él mismo.Administración de empresas en la UPEA

"Hay una expresión: 'La gente se une a las compañías, pero renuncia por sus jefes'", asegura Gimbel. "No es algo muy alejado de la realidad". En una encuesta realizada en enero por la compañía de servicios de revisión de empleo GoodHire, el 82% de los encuestados afirmó que podrían dimitir si tuviesen un mal empleador.

Conocer las primeras señales para entender qué tipo de jefe se tiene delante pueden ayudar a evitar problemas. Gimble asegura que existen hasta 7 tipos de jefes, con uno sobresaliendo claramente por encima de los demás. Así, estos serían los diferentes líderes que se pueden encontrar en todo lugar de trabajo, listados por orden de más a menos común:

Jefe molinillo

Estas personas trabajan constantemente muy duro, lo cual no debería ser negativo, a no ser que hagan sentir a su empleado que debe rendir como ellos, haciéndole pensar que es alguien con un rendimiento inferior, de acuerdo con Gimbel.

Al final, estos jefes nunca están satisfechos con lo que hacen los demás. Puede que, de acuerdo con el experto, el trabajador termine trabajando horas de más para cumplir con sus elevadísimas expectativas, o aguantando duras críticas por, según el empleador, no hacer suficiente.

Jefe motivador

Esta clase de jefes tiene unas grandes cualidades de liderazgo. Gimbel comenta que son capaces de motivarte cuando estás en un aprieto, te dan una palmadita cuando logras algo, y siempre te ofrecen su apoyo cuando lo necesitas. Son muy optimistas y siempre "te hacen ver el lado positivo de las cosas".

Todo esto está bien, pero un optimismo y un ánimo constante pueden terminar por cansar, además de que ello dificulta darse cuenta de los problemas o de malas noticias, debido al excesivo positivismo que estos empleadores proyectan.

Jefe fantasma

Un jefe fantasma tiene escasas dotes de liderazgo, precisamente porque nunca se encuentran en la zona de trabajo. Normalmente no están actualizados con su equipo, y tampoco están disponibles cuando sus trabajadores le necesitan. Ni siquiera son capaces de ofrecer un 'feedback' que sea útil para que el equipo apunte en la dirección correcta.

Con este tipo de jefes es difícil que el empleado se desarrolle bien en su puesto. El jefe fantasma también puede llegar a dañar el crecimiento profesional de su plantilla, pues no supone un mentor al que puedan acudir para aprender, ni en el que puedan apoyarse, de acuerdo con Gimbel.

Jefe narcisista

Estas personas solamente se preocupan de si mismos, y de cómo se sienten ellos. Por tanto, basan sus acciones en lo que les beneficiará más, haciendo que las necesidades de su equipo sean una cuestión secundaria. Normalmente, sus empleados no suelen sentir que alguien esté pendiente de su bienestar.

Otra cualidad típica del jefe narcisista es que le gusta ser halagado. Gimbel explica que estos disfrutan de los cumplidos, y que se apuntaran los tantos por cada buena idea o medida que haya cosechado cierto éxito.

Jefe que quiere ser tu mejor amigo

Esta clase de jefes da importancia a gustar a los demás. Si bien es cierto que socializar en el trabajo es positivo, para Gimbel estas personas priorizan hacer amigos antes que liderar y mantener la responsabilidad dentro de un equipo.

En los casos más marcados, pueden llegar a distraer a sus trabajadores y dificultar los progresos de toda la plantilla, tan solo porque se centran demasiado en ser los 'mejores amigos' de todo el mundo a su alrededor.

Jefe responsable y preocupado

Este es el mejor tipo de jefe que, según Gimbel, se puede tener. El jefe en cuestión combina la exigencia de responsabilidad con la preocupación por el bienestar y el rendimiento de su empleado. El mismo ofrece un 'feedback' sincero del trabajo del otro, sea bueno o malo, y le desafía a dar lo mejor de si.

También tienen en cuenta cómo se sienten sus trabajadores. Gimbel comenta que ello incluye la capacidad de comprender cuando su empleado está teniendo un día complicado, o lidiando con un problema personal.  En estos casos, estos jefes tratan de adaptarse lo mejor que pueden a la coyuntura en concreto.

No es sencillo toparse con este tipo de jefes, porque muy poca gente se circunscribe a la perfección dentro de cada uno de los elementos que le definen. Sin embargo, Gimbel asegura que, al menos una persona que intente reunir estas características, es aquella que se debería tener como empleador, o emular en caso de ser un jefe.

Jefe volcán

Esta última clase de jefes tiene una similitud con el 'jefe fantasma', y es que realmente no son muy conscientes de lo que hacen sus empleados. Por tanto, no son capaces de guiar ni aconsejar a sus trabajadores, según Gimbel.

La principal característica que les define es que estos 'explotan' si no están satisfechos con el trabajo de sus subordinados. Estas personas no son capaces de considerar que, como líderes, si una tarea no se desarrolla como ellos quieren, puede deberse a su mal desempeño como jefes.

Este es el empleador menos común, de acuerdo con el experto. Las probabilidades de encontrarse a alguien así (o de convertirse en este tipo de jefes) son bastante bajas.// elEconomista

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