Obtener buenas notas en el colegio o no repetir ramos son las
metas del año para los estudiantes chilenos. En ello la
alimentación juega un rol fundamental, ya que es necesario
tener al máximo las capacidades cognitivas para la absorción del
conocimiento.
“El adecuado desempeño académico involucra un aporte de energía
suficiente para que las células cumplan su función, por lo que es evidente el
agotamiento mental y físico cuando se pasa un largo tiempo sin ingerir
alimentos. La energía celular es obtenida de los nutrientes,
principalmente de la glucosa, la que usualmente se obtiene de la circulación
sanguínea que es abastecida gracias a la ingesta de alimentos que los aportan”,
explica Stefanie Chalmers, docente de Nutrición y Dietética de
la Universidad del Pacífico.
Varios universitarios creen que comiendo dulces activan
sus neuronas y/o se sienten más despiertos y activos para adquirir nuevos
saberes. Pero, ¿es verdad? “La mantención de la normoglicemia (niveles
de glucosa normal en sangre) es importante para un buen desempeño, sin embargo
la mejor forma de colaborar con la dieta para la mantención de una
glicemia estable es ingerir la glucosa en forma de carbohidratos complejos, como
papas o arroz, y no en forma de azúcar o alimentos azucarados. Esto se
explica porque la velocidad de absorción de la glucosa es mucho más rápida
cuando proviene de alimentos dulces, a lo que el organismo responde mediante una
rápida y abundante liberación de insulina, generando de la misma forma una
rápida y abrupta caída de la glicemia, lo que determinaría un deterioro en el
rendimiento”, describe Chalmers.
Por lo tanto, para favorecer un buen rendimiento
académico lo mejor es evitar los dulces en la dieta. Otro mito
a derribar es que es bueno tomar bebidas energéticas o suplementos alimenticios
para balancear y adquirir rápidamente los nutrientes necesarios para rendir en
los exámenes. “Los suplementos alimenticios son una muy buena alternativa para
cubrir los déficit nutritivos de la dieta cuando se cursa con un cuadro
patológico y no se consigue una ingesta adecuada, o cuando las necesidades se
incrementan como en el caso de deportistas de alto rendimiento, sin posibilidad
de ser cubiertas por una alimentación convencional, o también cuando no es
posible acceder a un grupo específico de alimentos, como en el extremo sur del
país donde hay poco acceso a los vegetales. Sin embargo, su uso no debe ser
considerado como un sustituto de una alimentación balanceada y completa cuando
esta es posible, ya que la alimentación es más que la incorporación de
nutrientes al organismo”, asegura la nutricionista.//

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