Dos nuevos estudios sostienen que los gases de efecto invernadero han contribuido significativamente a la contracción de la atmósfera superior.
El aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra parece estar encogiendo la atmósfera de la Tierra.
Esto es lo que afirman dos nuevos estudios, que sostienen que los gases de efecto invernadero han contribuido significativamente a la contracción de la atmósfera superior. Esta contracción se ha planteado como hipótesis durante décadas; ahora, por primera vez, se ha podido constatar.
Parte de la contracción observada es normal y se recuperará; pero la contribución del CO2 es, dicen los científicos, probablemente algo permanente, lo que implica que es probable que los satélites obsoletos y otros fragmentos de tecnología antigua en la órbita terrestre baja permanezcan en su lugar por más tiempo debido a la reducción de la resistencia atmosférica, lo que causa problemas a los satélites más nuevos y a las observaciones espaciales.
"Una consecuencia es que los satélites permanecerán despiertos por más tiempo, lo cual es genial, porque la gente quiere que sus satélites permanezcan despiertos", ha contado el científico geoespacial Martin Mlynczak, del Centro de Investigación Langley de la NASA.
"Pero también los residuos permanecerán más tiempo y probablemente aumenten la probabilidad de que los satélites y otros objetos espaciales que son valiosos necesiten ajustar su camino para evitar colisiones".
Las descripciones de la atmósfera de la Tierra generalmente establecen las capas en altitudes específicas, pero la verdad es que el volumen de gases que rodean nuestro mundo no es estático; se expande y contrae por varios motivos, el principal el Sol.
Y el Sol tampoco es estático. Pasa por ciclos de actividad, de alta a baja y viceversa, aproximadamente cada 11 años. Actualmente estamos en medio del ciclo número 25 desde que comenzó el cálculo de cuentas.
Su atención se centró en dos capas, conocidas colectivamente como MLT: la mesosfera, que comienza a unos 60 kilómetros de altitud; y la termosfera inferior, que comienza alrededor de los 90 kilómetros.
Los datos del satélite TIMED de la NASA, un observatorio que recopila datos sobre la atmósfera superior, les dieron información de presión y temperatura para el MLT durante un período de casi 20 años, desde 2002 hasta 2021.
Este enfriamiento está provocando que la estratosfera se contraiga, y está haciendo lo mismo con la mesosfera y la termosfera por encima también. Utilizando los datos de TIMED, Mlynczak y su equipo han podido concluir que el que el MLT se contrajo unos 1333 metros. Aproximadamente 342 metros de eso son el resultado del enfriamiento radiativo inducido por CO2.
Teniendo en cuenta que la termosfera se extiende varios cientos de kilómetros, esos 342 metros pueden no parecer mucho. Sin embargo, un artículo publicado en septiembre por la física Ingrid Cnossen del British Antarctic Survey en el Reino Unido calculó que el enfriamiento termosférico podría resultar en una reducción del 33% en la resistencia atmosférica para el año 2070.// La Sexta
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